Acaba 2016, un año marcado por la imposición del término ‘transformación digital’ a todos los procesos de cambio tecnológico de las organizaciones. También ha sido el curso en que la ciberseguridad ha sobresalido como una amenaza a la que ninguna compañía puede escapar. O el año en que el comercio electrónico ha conseguido vencer todos los récords de facturación conocidos.
Una vez alcanzadas todas estas metas, cabe preguntarse qué nos deparará el futuro. Si bien las tendencias generales seguirán siendo más o menos las mismas, existen algunos productos y servicios concretos para los que se espera que 2017 sea el año de su auténtica explosión.
¿Quieres saber cuáles son?
Blockchain
Aunque normalmente se asocie el blockchain a la controvertida moneda virtual Bitcoin, lo cierto es que esta tecnología va camino de convertirse en la próxima gran revolución en la forma en que se almacena y procesa la información en la Red, especialmente en cuanto a transferencias financieras se refiere. De hecho, el propio Foro Económico Mundial estima que, de cara a 2027, el 10% del PIB mundial estará almacenado en blockchains.
El blockchain mantiene un registro público de las transacciones con marca temporal, que se extiende a través de una red distribuida, y permite la transferencia del dinero mucho más rápida. En la actualidad, el envío de bitcoin es más rápido, más barato y más transparente que los movimientos de monedas tradicionales.
La banca será la principal industria afectada por el blockchain. En ese sentido, un reciente estudio de IBM asegura que el 15% de los bancos y el 14% de las entidades financieras prevé implementar soluciones y tecnologías blockchain en 2017 y más del 65% de los bancos espera adoptarlas en los próximos tres años.
Big Data as a Service
La gran explosión de los datos -también conocida como Big Data- ya está terminando su fase de asimilación (cuando las empresas han estado más focalizadas en poder obtener, integrar, almacenar y gestionar toda la información disponible) para afrontar la siguiente fase, la de explotación y minería de esos datos para tomar mejores decisiones de negocio y predecir potenciales cambios en el mercado.
Una nueva etapa en la que muchas empresas no van a contar con los recursos -ni económicos ni de personal- suficientes para abordar el desafío. Y aquí es donde entra en juego el modelo de Big Data as a Service (BDaaS), que trae a este terreno la flexibilidad y escalabilidad de un modelo de suscripción, donde la prestación del servicio la realiza un proveedor externo.
Forbes calcula que el mercado mundial de Big Data tendrá un valor de 88.000 millones de dólares para 2021, año para el que el segmento de Big Data as a Service supondrá unos 30.000 millones, millón arriba, millón abajo.
Móvil como epicentro
En 2017, el 53,1% de los habitantes del mundo tendrá un smartphone, según un estudio de Marketer que recoge AOL. Esto supone que por primera vez serán mayoría respecto al número total de usuarios móviles de todo el mundo. Si a ello le unimos que el próximo año se producirán 8.000 millones de conexiones a nivel global (dato de la GSMA), queda claro que el futuro pasa por comprender el móvil como epicentro de toda la transformación digital.
No en vano, los smartphones están dejando de ser simples teléfonos para convertirse, entre otras cosas, en una ventana al entretenimiento, un sensor de imágenes o un monedero virtual. Todos estos avances abren oportunidades realmente emocionantes, ya que permiten la aparición de nuevos formatos como, por ejemplo, la realidad virtual, la realidad aumentada o los vídeos 360 y en directo.
Entornos multicloud
En la actualidad, el 43% de las empresas españolas está ya invirtiendo en servicios en la nube, un porcentaje que ascenderá al 50% en 2020, siempre de acuerdo a las estimaciones de la firma de análisis IDC.
Y, dentro de este ecosistema de nube, los entornos híbridos o multicloud serán la principal tendencia en los años venideros. Actualmente, seis de cada diez empresas de nuestro país ya cuentan con una implementación que combina distintos modelos (como nube pública, privada, SaaS, PaaS, IaaS en distintos niveles y aplicaciones), pero en 2018 serán ocho de cada diez.
Además, en más de la mitad de los casos se combinarán más de cinco proveedores distintos, lo que trae consigo el eterno debate de la interoperabilidad.
Sistemas cognitivos
La inteligencia artificial es ya todo un ‘trending topic’ pero ningún experto olvida que, todo lo que estamos viviendo, es apenas la punta del enorme iceberg por descubrir. Desde métodos informáticos como el análisis avanzado de datos, la visión por ordenador, el procesamiento de lenguaje natural y el aprendizaje automático o machine learning; el futuro pasa por las IA.
En este nuevo escenario, cobrará especial relevancia la tecnología cognitiva que algunas empresas ya están impulsando, como IBM y su Watson. Así, los sistemas cognitivos ya han mejorado ya los diagnósticos y los tratamientos de cáncer, adivinado los regalos que serán tendencia o luchado contra el cibercrimen. 2017 puede ser el año de la consolidación de esta tecnología en el ámbito comercial, con aplicaciones clave en la atención al cliente o el soporte técnico…
La era de las API
Los entornos abiertos y la colaboración son elementales para el futuro de la economía digital. Por si desconocéis el término, una API (siglas de ‘Application Programming Interface’) es un conjunto de reglas (código) y especificaciones que las aplicaciones pueden seguir para comunicarse entre ellas: sirviendo de interfaz entre programas diferentes de la misma manera en que la interfaz de usuario facilita la interacción humano-software.
Dicho de otro modo: las APIs son el núcleo que permitirá la interoperabilidad, el acceso y el intercambio de datos entre distintos sistemas, fuentes y empresas. Una tecnología que en 2017 tendrá su momento de gloria, impulsada en parte por la regulación (como ocurrirá en Europa a raíz de las normativas que obligarán a los bancos a abrir su interior y facilitar la colaboración con las startups fintech) y, por otra, a raíz de la progresiva estandarización de estas API en la mayoría de plataformas online de prestigio en la actualidad.
Vehículos autónomos
El coche autónomo es la gran apuesta innovadora en el campo de la movilidad; una novedosa tecnología que ejemplifica los avances del Internet de las Cosas, la sensorización y la inteligencia artificial en un automóvil a cuatro ruedas. Pero, además, estos vehículos sin conductor abrirán un potencial mercado de increíble valor; para ser exactos, 17 billones de euros tan sólo en Europa de cara a 2050, según un reciente informe de Nissan.
De hecho, esta innovación parece que está cada vez más a la vuelta de la esquina. Alphabet, empresa matriz de Google, acaba de crear una empresa independiente para gestionar la salida al mercado de sus coches autónomos. Uber, a su vez, parece que va viento en popa con su tecnología, al igual que Tesla con su AutoPilot… sin olvidar a los principales fabricantes tradicionales de automoción.
Todo ello con una importante demanda potencial detrás: un 80% de los conductores españoles está interesado en los coches autónomos aunque el porcentaje baja al 60% cuando hablamos de comprarlo próximamente.
Fuente: Ticbeat