Con la evolución que ha tenido Internet desde su aparición y el avance de nuevas tecnologías, así como de conocimientos técnicos por parte de todo el mundo, las estafas web son cada vez más habituales en la red. Aprovechándose de la situación actual por la que están pasando muchas familias españolas, los “prestamistas” han llegado al mundo del spam.
Los bancos cada vez son más estrictos con los requisitos que se deben cumplir a la hora de realizar un préstamo. Es aquí donde los grandes estafadores internautas se aprovechan de dichas familias que están agobiadas porque no pueden llegar a fin de mes. Estas pequeñas organizaciones recurren al envío de correos electrónicos masivos que esconden servicios mucho más caros o proceden de los típicos estafadores de Internet.
Para concienciar a los ciudadanos sobre estos peligros la empresa de seguridad de la información Kaspersky Lab recuerda cuáles son los peligros que puede contener un spamy cómo prevenirlos.
Los créditos estafa
Desde el momento que el usuario empieza a leer un contenido spam, puede tener consecuencias. Las amenazas concretas que pueden representar los mensajes no deseados, según Kaspersky, son las siguientes:
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Phishing: es el robo de los datos bancarios del usuario, para más tarde poder utilizarlos para pedir un crédito sin que la propia persona tenga constancia de ello. Se dará cuenta cuando el cliente recibe una citación de juicio por no pagar el crédito.
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Entrega voluntaria de datos personales a terceras personas. Los delincuentes utilizan pretextos como una ayuda para formalizar un crédito, recibiendo importantes datos personales que se utilizan para la falsificación de documentos.
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Programas maliciosos en los adjuntos. Vienen comprimidos en un archivo, simulando que pueden ser formularios de solicitud de un crédito o contratos ya aprobados. Abrir estos archivos puede causar la introducción de un virus que afecte al disco duro.
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Responder a un mensaje spam hace entender a los emisores de éste que el correo existe, por lo tanto el spam inunda el buzón de correo mediante mensajes publicitarios.
Todos estos créditos estafa los tiene que ofrecer alguna persona o grupo de personas y se envían en nombre de los prestamistas de diferentes categorías. Corredores de créditos, compañías que afirman ser una organización crediticia legal, personas particulares, organizaciones de beneficiencia, remitente anónimo, bancos de renombre y propuestas enviadas por medio de redes sociales suelen ser los más habituales.
Son estos autores de spam los que juegan un papel de ”intermediarios”, prometiendo el envío de la solicitud del usuario a los bancos u ofreciendo tarjetas de crédito sin límite de dinero, escondiéndose en realidad intentos de phishing.
Cómo prevenir los intentos de estafa
Según la firma de seguridad, prevenir una estafa requiere tres pasos importantes:
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No hay que introducir datos personales en sitios dudosos o formularios recibidos por correo y enviados por remitentes desconocidos. Tampoco a terceras personas, sobre todo si piden contestar a una dirección diferente.
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No se debe abrir ficheros adjuntos y documentos de ofimática.
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Por último, no se debe contestar a correos de compañías desconocidas y prestamistas particulares. Los prestamistas particulares no quieren ofrecer un préstamo a bajo coste, lo más probable el que resulte en cobros excesivos.
Fuente: Ticbeat