La ciberseguridad representa un reto cada vez más complejo que afecta cada vez más profundamente a un porcentaje mayor de empresas. De garantizarla se encargan numerosos analistas de seguridad, administradores de sistemas, etc… pero en los últimos tiempos, se una nueva pieza se ha sumado a la maquinaria de protección de la ciberseguridad: las aseguradoras.
Un negocio en auge
Tras estos últimos meses, llenos de ataques cibernéticos de gran impacto mediático (en su mayor parte en forma de brecha de datos confidenciales), las grandes aseguradoras han aprovechado para promocionar un nuevo producto: los ciberseguros. Hace un año, los ofrecían la mitad de las compañías aseguradoras de Estados Unidos, y según algunos estudioslos habían contratado un 26% de las empresas de aquel país.
Su crecimiento ha venido motivado por el creciente número de ataques (según datos de IBM en 2014, al año tienen lugar 91 millones de ‘eventos de seguridad’; y un estudio publicado por McAfee el año pasado mostraba que el cibercrimen estaba costando a la economía mundial 445.000 millones al año). Pero también han impulsado su auge las nuevas legislaciones sobre privacidad de datos personales impulsadas en los estados de EEUU y por las instituciones de la Unión Europea.
Robert Parisi, responsable de ciberseguridad de la compañía de seguros Marsh USA, afirmaba a la CNBC, hace ya más de un año, que tras el aumento de ataques en 2013, las ventas de ciberseguros en la primera mitad de 2014 se habían doblado con respecto al año anterior (el crecimiento en los dos años anteriores había sido de entre el 33 y el 25%)r. Y que, si bien aún representaban un pequeña fracción de las ventas totales de seguros, estaba convencido de que mostrarían un crecimiento exponencial.
Pero… ¿para qué sirve un ciberseguro?
Un buen ciberseguro puede ayudar a una empresa a ‘capear el temporal’ con mayor eficacia tras sufrir un ataque, gracias a que cubren gastos como:
- Cobertura en caso de violación de datos confidenciales (incluyendo los gastos derivados de la investigación forense, la notificación a los clientes, la gestión de la reputación, etc).
- Cobertura en caso de fraude informático por transferencia de fondos.
- Cobertura en casos de extorsión.
- Descontaminación de malware.
- Medidas relativas a la protección de datos.
Fuente: Ticbeat