Desde hace años, la función de autocompletar de Google hace mucho más sencillas nuestras búsquedas. Cada vez que introducimos un término de búsqueda en Google, el motor de búsqueda nos muestra una serie de sugerencias relacionadas a medida que se introducen caracteres en la barra de búsqueda, de forma que permite ahorrar tiempo.
La función de «autocompletar» busca predecir el término de búsqueda basándose en las búsquedas anteriores y la información sobre los intereses del usuario.
Google ha señalado que este sistema reduce la necesidad de escribir términos en la barra en hasta un 25%, por lo que sumando todas las búsquedas que se realizan cada día en todo el mundo, la compañía calcula que estamos ahorrando 200 años de tiempo de escritura cada día.
¿Cómo funciona el autocompletado de Google?
En lugar de enviar una consulta completa al servidor, lo que hace el sistema de «autocompletar» es trabajar con una secuencia de términos sugerida, que se puede utilizar como consulta. En este sentido, se trabaja con una lista de términos que el buscador ingresa como consulta.
De esta forma, cada vez que el usuario ingresa un carácter de su consulta, el sistema de búsqueda proporciona consultas completas que coinciden con los caracteres ingresados. De esta forma, el usuario puede seleccionar una de las sugerencias, si esta coincide con la consulta competa.
Google llama a las sugerencias que aparecen «predicciones», ya que no se trata de sugerir nuevos temas de búsqueda relacionados, sino que pretende ahorrar tiempo de búsqueda, mostrando el termino adecuado antes de finalizar la escritura.
Para ello, Google analiza el contexto de otras búsquedas similares, a lo que une las tendencias del momento, la localización geográfica y el idioma del usuario, sus gustos e intereses, y también las búsquedas más comunes. Esto otorga una puntuación inicial de las consultas más probables del usuario.
A esta puntuación inicial, se suman otras que la IA de Google extrae de las búsquedas recientes del usuario, así como de toda la información almacenada en una caché de consultas pasadas.
Sin embargo, para evitar que el sistema de predicciones arroje sugerencias inapropiadas, los sistemas de Inteligencia Artificial (IA) de Google filtran y eliminan todo el contenido sexual explícito que no esté relacionado con temas médicos, científicos o educativos, así como cualquier contenido de odio, violento o sobre actividades peligrosas o dañinas para uno mismo o para los demás.
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Fuente: Trecebits