En 2020, habrá más de 200.000 millones de dispositivos conectados, es decir, más de 26 por individuo. Son cifras estratosféricas que ponen de manifiesto el enorme cambio que va a vivir no sólo la industria tecnológica, sino la sociedad en general con la llegada del Internet de las Cosas. No en vano, este mismo año más del 40% de las empresas va a implantar proyectos de IoT.
La enorme proliferación de este tipo de dispositivos conectados asegura una amplia base de datos sobre los clientes, nuevos productos y servicios, saber qué información hay que relacionar y cuál no… Pero, ¿qué sectores pueden beneficiarse de estas oportunidades de innovación? Los expertos de The Valley Digital Business School responden a esta pregunta de moda:
- Infraestructura: Seguimiento y control de semáforos, puentes o vías (tanto de carácter urbano como rural), detección de cambios en las condiciones estructurales, respuesta inmediata en emergencias, mejora de la calidad, etc.
- Medio Ambiente: Optimización de recursos a la hora de prevenir y mejorar la eficiencia. Por ejemplo, estableciendo un control de calidad del aire o del agua, de las condiciones atmosféricas o del suelo.
Industria y producción en masa: Programación de actividades de reparación y mantenimiento, control y gestión centralizada de procesos, optimización de la cadena de producción o respuesta rápida a las demandas de producto. - Energía: Monitorización remota del consumo energético, almacenamiento inteligente, sistemas de detección y actuación, optimización del consumo energético, etc.
- Medicina y salud: En este caso pueden utilizarse dispositivos para proporcionar datos operativos a tiempo real, habilitar sistemas de notificación de emergencia y vigilancia remota o supervisar y asegurar el bienestar general de personas mayores o con enfermedades crónicas.
- Logística y Transporte: Seguimiento de los sistemas de transporte que incluyan al vehículo, conductor e infraestructura, control del tráfico inteligente, elección del estacionamiento, implantación de sistemas de cobro electrónico de peajes, gestión de logística y flota o asistencia vial y seguridad.
- Entretenimiento: Mejora y creación de sensores en dispositivos móviles, tecnologías de realidad virtual o consolas con sensores de movimiento que sirvan para mejorar la experiencia del usuario.
Aunque parezca fácil, el Internet de las Cosas requiere una estructura tremendamente compleja, además de una especial atención a la seguridad de todos esos datos almacenados. Sin embargo, sus ventajas y oportunidades hacen que merezca la pena: añaden eficiencia a nuestra vida, su aplicación no es excesivamente cara, abre nuevas oportunidades de negocio y mejora los procesos de trabajo existentes.
Fuente: Ticbeat