Por qué muchos influencers están abandonando Instagram

A lo largo de los últimos meses algunas destacadas influencers de la red social Instagram han anunciado o bien que abandonaban esta plataforma o que se tomaban un descanso de varias semanas o meses en su participación en la misma.

Nombres como Natalie Borton, Lynzy Coughlin, Jess Ann Kirby, Anna y Gabe Liesemeyer o Erin Kern son algunas de las influyentes usuarias de Instagram, algunas de ellas con centenares de miles de seguidores en sus cuentas, que han anunciado su marcha, a veces definitiva. Pero ¿por qué causas? Las explicaciones de estas y otras figuras relevantes de la red social apuntan a causas como la siguientes:

-Presión por tener las publicaciones siempre destacadas y visibles, algo relacionado con el temor a que el algoritmo de Instagram oculte dichas publicaciones y pasen desapercibidas.

-Constancia en la publicación, puesto que espaciar demasiado los contenidos empeora el posicionamiento.

-Agotamiento creativo debido a la presión constante.

-Frustración por la constante modificación de los cambios en los algoritmos de la red social, lo que determina una permanente modificación del tipo de contenidos a generar.

-Dependencia excesiva de los cambios dictados por las tendencias marcadas por Instagram.

-Obsesión por replicar el éxito de publicaciones previas.

-Falta de control sobre el negocio propio, con sumisión al dictado impuesto desde Instagram para mantener la visibilidad y la popularidad.

-Necesidad de equilibrar sus vidas personales.

-Conflicto al conocer los efectos en la salud mental de los adolescentes de las redes sociales. Esta última razón estaría relacionada con una información según la cual se desveló recientemente la perniciosa influencia del uso de Instagram en la salud mental de los usuarios adolescentes, a los que «bombardea» con publicidad.

Algunas de las influencers mencionadas han anunciado que dejan Instagram durante el resto del año 2022, que reducirán la publicación de algunos contenidos como la Stories y también en algunos casos para poner orden sobre el resto de sus negocios fuera de la red social. Otras, como Lynzy Coughlin o Anna y Gabe Liesemayer asumen posiciones más contundentes anunciando su baja definitiva de Instagram, dejando tras de sí cuentas con más de 500.000 seguidores.

A pesar de todo algunas tienen claro que prescindir de Instagram dentro de su estrategia de negocio supone perder una importante fuente de ingresos, aunque se considera un sacrificio que merece la pena puesto que permite mejorar la construcción de una carrera profesional por medios propios y sin depender de designios tan ajenos como imprevisibles y estresantes. Esto ha potenciado o recuperado la actividad que mantenían o han pasado a mantener en blogs y webs propias, además de reforzar los ingresos mediante plataformas como Patreon.

De fondo está la cuestión de la falta de control que parecen tener estas influencers sobre la tendencia que marca el algoritmo de Instagram y su necesidad de reaccionar con celeridad y presteza ante dichos cambios pero también la imposibilidad de obtener una monetización directa por sus contenidos en Instagram, algo que, por ejemplo, YouTube sí tiene resuelto. En Instagram, y hasta que llegaron las Reels, sólo podía obtenerse ingresos mediante enlaces afiliados y publicidad de terceros, de ahí esa sensación de falta de control frente a los «caprichos» del algoritmo de la red social.

En YouTube, además de este tipo de ingresos publicitarios los creadores sí pueden obtener ingresos directamente de la plataforma, incluso con determinadas recompensas, como cuando al superar el millón de suscriptores se reciben los codiciados «trofeos» que envía la plataforma al youtuber. Pero además YouTube dispone de un fondo para efectuar pagos directos.

Mientras Instagram no sea capaz de ofrecer algo similar parece que seguirá habiendo creadores de contenido que opten por valorar lo que obtienen y lo que ofrecen y prefieran hacer una pausa en su presencia en esta red social o incluso abandonarla. Por el momento la esperanza parece centrarse en Subscription, un servicio anunciado por Instagram el mes pasado que permitiría a los seguidores abonar una suscripción mensual premium a las cuentas de su elección, lo que le permitirá tener acceso a contenidos exclusivos, tanto en directo como en Stories.

Pero esa solución sólo resolvería el aspecto de los ingresos, aún subsistiría todo lo relacionado con la presión del algoritmo, la visibilidad y la creación de contenidos.

Fuente: Trecebits

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