Analizamos las distintas alternativas que tienen las pymes para protegerse y prevenir posibles infecciones de malware en sus equipos y redes.
Nueve de cada diez pymes españolas declara haber sufrido algún tipo de ataque cibernético, infección por virus o intromisión de terceros en sus sistemas. Por ello, y teniendo en cuenta que la inmensa mayoría del tejido empresarial de nuestro país son pequeñas y medianas compañías, la problemática de ciberseguridad que se presenta ante nuestros ojos es de máxima relevancia.
Estas pymes tienen otro punto débil, más allá de las malas intenciones de los delincuentes digitales. Y es que, debido a su tamaño, en la mayoría de los casos no pueden contar con un informático experto que configure adecuadamente los equipos, así como no poseen el capital adecuado para instalar y actualizar las licencias de sus antivirus y firewall año tras año. Por no hablar de las mejores prácticas y políticas de ciberseguridad para los trabajadores, las cuales directamente no existen en muchos casos debido a la agilidad y extrema flexibilidad en la operativa diaria que han de afrontar este tipo de organizaciones.
Entonces, ¿cómo podemos proteger los equipos informáticos y las redes de comunicaciones de las pymes? Si bien es complicado lograr la securización completa de la que gozan las grandes empresas con departamentos de TI potentes, las pequeñas y medianas empresas sí que pueden prevenir los virus y el malware en sus organizaciones.
Implantar una política de seguridad
No es necesario que sea un documento de cientos de hojas ni que se detallen todos los usos y costumbres en el ordenador de los empleados. Basta con que sea un decálogo de mejores prácticas que todos los trabajadores deben seguir para minimizar el riesgo de infecciones y asegurar al máximo el entorno informático de la empresa.
Entre estas normas destaca la prohibición de acceder a sitios en los que se suele almacenar malware (tal y como suelen avisarlo los propios navegadores), de no acceder a páginas web sospechosas, optar siempre por las conexiones HTTPS o de no insertar unidades de memoria externas (como pendrives) que no sean de confianza.
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También se puede imponer a los empleados la necesidad de que abran los documentos de Word o Powerpoint que hayan sido descargados de Internet en modo seguro, así como la necesidad de que alerten ante la mínima sospecha de que han sido infectados para evitar que el virus se propague por la red de la empresa.
Asimismo, es conveniente nombrar a un responsable que se ocupe, de forma periódica, de realizar un análisis del servidor y los discos duros compartidos con un antivirus y asegurarse de que el firewall funciona correctamente. Por último, todos los empleados han de ser conscientes de la importancia de tener activo suantivirus en el equipo y de permitir las revisiones habituales que este software realice para buscar amenazas y posibles ataques.
¿Qué tipo de antivirus necesita mi pyme?
Una vez desarrollado un marco seguro para la actividad de la pyme, ahora toca decidir qué antivirus nos conviene más y cuál es que mejor se ajusta a lo que nuestra empresa necesita.
En primer lugar, hemos de determinar qué habilidades técnicas existen en la empresa, ya que eso limitará entre opciones más sencillas y simples u otras con mayores posibilidades pero más difíciles de utilizar. También es necesario saber si tenemos presupuesto para adquirir licencias de pago (y mantenerlas anualmente) o si es preferible optar por soluciones gratuitas.
Además, hemos de tener muy clara la estructura TIC de la empresa, a fin de determinar si es mejor instalar un antivirus a nivel de servidor o si conviene hacerlo de forma individual en cada uno de los equipos.
Todo ello sin olvidar las necesidades concretas de cada pyme, como si necesitamos proteger sólo ordenadores o también dispositivos móviles, si hay trabajadores que se conectan al servidor de la empresa en remoto, si la pyme ya dispone de alguna herramienta de seguridad incluida en algún servicio contratado…
Las opciones más populares
Con esta información en mente, podemos ya introducirnos en la búsqueda del mejor antivirus para la pyme los cuales, en muchos casos, coinciden prácticamente con los de mayor base de usuarios en el mercado de consumo.
Destaca, por ejemplo, AVG, antivirus que dispone de una opción gratuita muy básica pero que sirve para cubrir las principales necesidades de seguridad de una pyme. No consume demasiados recursos, por lo que puede ser usado incluso en equipos que ya tengan unos años de vida. Su protección no es extremadamente completa, pero más que suficiente para una pyme que no quiera invertir recursos en su protección y que tampoco esté especialmente expuesta a infecciones ni ataques por su actividad.
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Otra opción gratuita e instalada de forma predeterminada en todos los equipos con Windows es Windows Defender, anteriormente conocido como MSE. Se trata de la herramienta por defecto de seguridad de Microsoft y cubre tanto a usuarios individuales como a empresas de pequeño tamaño. A su favor juega la inmensa fuente de información que proporcionan los miles de millones de ordenadores con Windows y la experiencia de los de Redmond. En su contra, las opciones que ofrece son muy limitadas y, aunque en segundo plano es muy ligero, es extremadamente lento y pesado cuando ejecuta un análisis.
Entre las propuestas con coste económico asociado destacan Panda Security, con su Small Business Protection, un antivirus presentado a finales del pasado año pensado para autónomos y microempresas. Así, Panda ofrece a este segmento de empresas una protección completa que protege también contra el fraude online, el robo de identidad, los ataques de phishing y otras amenazas.
La otra opción de pago es Kaspersky Small Office Security, la solución de seguridad de esta compañía creada específicamente para empresas con menos de 25 empleados. Incluye, en una misma herramienta, soluciones antimalware, protección de transacciones online, administración cloud o administración de backup y de contraseñas en la nube.
Fuente: ticbeat.com