La polémica de Theranos se ha escuchado en todo el mundo, pero muchas personas desconocen los detalles sobre una de las mayores estafas en la Historia de las startups. Todo empezó en el año 2003, cuando la prensa se hacía eco de una extraordinaria startup de análisis de sangre con una tecnología revolucionaria.
¿Joven promesa o fraude?
Una mujer joven y prometedora era la cara visible del negocio, Elizabeth Holmes, fundadora y directora ejecutiva de Theranos. Tras haber dejado sus estudios en Stanford al puro estilo Steve Jobs, decidió fundar la empresa con el dinero de su matrícula. De hecho muchos medios hablaban de ella como la versión femenina del fundador de Apple.
Con solo 19 años de edad, Holmes causaba una gran sensación entre las élites. En 2003 convenció al decano de la Facultad de Ingeniería, Channing Robertson, que le apoyó y le presentó a inversores para que le financiaran el proyecto.
El primero fue George Schultz, quien había sido secretario del Tesoro con Richard Nixon y secretario de Estado con Ronald Reagan. Le siguieron una larga lista de políticos y empresarios estadounidenses que estaban fascinados con esta joven promesa y su tecnología revolucionaria.
En esos primeros años la empresa vivió un apogeo, recaudando $700 millones en inversiones de personas como Larry Ellison y Tim Draper. Theranos en aquel momento estaba valorada en $9 mil millones y su fundadora tenía más de la mitad de participaciones, revelándose como una promesa femenina en Silicon Valley.
¿Dónde estaba el gato encerrado de toda esta gran promesa tecnológica? La supuesta creación genial de Holmes simplemente no funcionaba, no había tal revolución de los análisis de sangre. Podría ser que vendiera la piel del oso antes de matarlo, en todo caso el hecho es que no había tal descubrimiento.
Si hubiera resultado, el atractivo estaba en lograr hacer más análisis en menos tiempo y con menores costes. Evidentemente esto le sirvió durante mucho tiempo a Holmes, para justificar que las críticas contra ella se basaban en que podía ser una amenaza de rentabilidad para muchos laboratorios.
De hecho, el dispositivo de análisis de sangre de la compañía, una máquina llamada Edison que se suponía que realizaba análisis de sangre masivos con una simple punción en el dedo, no funcionaba.
Las investigaciones demostraron que no podía detectar con precisión suficientes moléculas en las muestras de sangre como para proporcionar lecturas precisas. En muchos casos Theranos estaba utilizando laboratorios estándar para lograr sus análisis, en vez de hacerlo con su supuesta máquina maravillosa.
Investigando la estafa
Fue un periodista del Wall Street Journal quien destapó la estafa, John Carreyrou, dos veces ganador del Premio Pulitzer. Las acusaciones iniciales de John en 2015 fueron desmentidas al principio por la propia Holmes, que incluso amenazó con demandar al periodista.
En julio de 2016, Theranos recibió sanciones de los CMS (Centros de Servicios de Medicare y Medicaid), entre las que se encuentran la revocación de su certificado CLIA y prohibición a Holmes de ser dueña de un laboratorio por un periodo de dos años.
Sin embargo, en 2018 Elizabeth Holmes renunció como CEO y también lo hizo Ramesh Balwani. Ambos fueron acusados de fraude criminal, porque presuntamente habían engañado a los inversionistas y deliberadamente hicieron afirmaciones falsas sobre la eficiencia de la tecnología de análisis de sangre de la compañía.
El juicio de Holmes y su futuro
¿Qué queda a día de hoy de una Holmes que era considerada en 2014 como una de las mujeres más influyentes del mundo? Se enfrenta actualmente a un juicio en Estados Unidos, que se celebrará en agosto de 2021 por motivo de un presunto fraude.
El juicio penal de Holmes en San José, California, se ha retrasado repetidamente debido a la pandemia y, más recientemente, a su embarazo.
Mientras no hay sentencia, sigue viviendo una vida de lujo a la altura de una magnate de negocios, con jets privados, estancias en hoteles lujosos, joyería y demás. Esto podría parecer positivo, pero podría suponer su perdición.
Los fiscales alegarán que este estilo de vida es lo que pudo motivar su fraude. Quieren mostrar el estatus de la ex directora ejecutiva, así como su asociación con celebridades y personas millonarias, como evidencia de que tenía un incentivo financiero para cometer fraude.
La ex CEO de Theranos se enfrenta a penas máximas de 20 años de prisión y una multa de $2.75 millones, más una posible restitución.
Los galardones a día de hoy son todos para el periodista John Carreyrou, autor del aclamado libro “Bad Blood: Secrets and Lies in a Silicon Valley Startup”.
También se ha realizado una producción cinematográfica tipo documental, y para 2022 saldrá la película ‘Bad blood’ donde Jennifer Lawrence hará de protagonista, interpretando a Holmes.
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Fuente: Resilente Digital