Las URL (Uniform Resource Locator) es una dirección única y específica que se asigna a cada uno de los recursos de los recursos dispones en Internet. Es decir, a cada página web. Las URL son la forma que tiene Internet de comunicarse con nuestros navegadores, ya que estas direcciones son las que indican donde pueden ser localizadas y visitadas por los usuarios las páginas web.
El «slug» es la parte final de un URL y sirve para indicar a los buscadores y a los usuarios qué contenido encontrarán dentro de la página web.
Un «slug» es la parte final de una URL. Se considera «slug» todo lo que se sitúe detrás de la última barra inversa. Por ejemplo, en el caso de este artículo el «slug» sería:
«…19/que-es-un-slug-y-que-importancia-tiene-para-el-seo»
Los slugs son importantes para el SEO ya que es la parte de la URL que contiene las palabras clave. Un buen «slug» está diseñado para mejorar la indexación y el posicionamiento del contenido en Google (ya que permite que los bots del buscador comprendan mejor su contenido), pero también para facilitar la experiencia del usuario, ya que debe contener las palabras clave correctas, indicando al usuario final qué contenido encontrará en esa página web.
Un problema habitual en los «slugs» es la falta de optimización. Aunque cada vez sucede menos, muchos sitios web dejan sus «slugs» llenos de números, letras y símbolos. Esto hace que parezcan poco fiables, ya que los usuarios se han acostumbrado a poder leer la URL completa para saber qué es lo que encontrarán.
Las URL mal optimizadas no solo generan desconfianza en el usuario, sino que también confunden a los motores de búsqueda, que podrían tener problemas para posicionar correctamente una página web. Un «slug» lleno de números puede ser un problema a la hora de indexar el contenido, ya que los bots de Google (o de cualquier buscador) puede que no comprendan qué intención de búsqueda cumple el número «85279», por lo que página puede acabar indexada para una búsqueda que no es la correcta.
A la hora de configurar un «slug» es importante, en primer lugar, contar con un nombre de dominio claro y conciso. También es una buena práctica utilizar los subdominios o las categorías, por ejemplo, «/blog/» para indicar que ese contenido está dentro del blog.
Finalmente, es muy importante incluir siempre las palabras clave correctas dentro del «slug». De esta forma, no solo estamos señalando a los buscadores dónde tienen que indexar nuestra página web, sino que también estamos explicando a los usuarios finales qué es lo que encontrarán en ella.
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Fuente: Trecebits