Ser una empresa global, que trasciende de nuestras fronteras y que hace negocios de manera internacional, no es que sea una aspiración de muchos negocios sino que incluso puede suponer una necesidad, sobre todo en un momento en que la economía nacional no vive sus mejores momentos. De hecho, las exportaciones de bienes y productos en España que rondaban el 18% del PIB están creciendo y, según los últimos datos de la Secretaría de Estado de Comercio el peso de las exportaciones españolas sobre el PIB es ya el 33%, aunque aún queda lejos el 50% de otros países de nuestro entorno. El tener presencia en Internet, sobre todo a través de una página web, es solo el primer paso para lograr este objetivo de aumentar las ventas de manera internacional.
Detrás del escaparate
Como se suele decir, Internet es el mejor escaparate que una empresa tiene para poder mostrar sus productos y servicios y poder ampliar su público potencial, ya sea dentro de su ciudad o país o más allá. Sin embargo, detrás de este escaparate es necesario que la empresa cuente con un respaldo tecnológico importante que garantice un buen servicio al cliente. Así, por ejemplo, será necesario que, entre otras cosas, el sistema de comercio electrónico sea capaz de reconocer, de manera automática, si la venta se realiza fuera de Europa para no aplicar el IVA correspondiente. Esta misma herramienta de software debe ayudarnos a aplicar, de manera correcta y automática, los costes de transporte aplicables a cada caso.
Igualmente, los diferentes sistemas tecnológicos de gestión empresarial y de clientes (ERP, CRM…) por los que apostemos deben permitirnos hacer un buen seguimiento de los pedidos y del estado de los mismos, con el fin de garantizar un buen servicio. Por si fuera poco, estas herramientas también nos van poder permitir realizar el cobro de todas nuestras operaciones y estar en conexión telemática con la entidad bancaria para garantizar que se completan las transacciones y de manera segura, con el fin de que las ventas no supongan ni un quebradero de cabeza ni una pérdida de tiempo.
Toda esta hoja de operaciones, balances y transacciones deberá tener su buen reflejo y comunicación con el resto de las partidas presupuestarias de nuestro negocio, de manera que podamos tenerlo todo desde una única consola central y unificada.
El sistema que soporte esta herramienta tecnológica debe ser capaz, así mismo, de soportar estas cargas de trabajo e, incluso, de ser capaz de atender, sin problemas, posibles picos de tráfico y operaciones coincidentes, por ejemplo.
FUENTE: pymes.ticbeat.com